Fernando González Laxe y José Luis Gómez. / Mundiario
Por José Luis Gómez
Coincidiendo con una semana importante en la Unión Europea (UE), que zanjó la negociación de los presupuestos comunitarios para la recuperación de la economía de Europa, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidade da Coruña (UDC), Fernando González Laxe, dirigió el jueves 12 y viernes 13 de noviembre el I Foro de Economía Prospectiva de Galicia, que se celebró en el marco de la UIMP, en la sede de la Delegación Territorial de la ONCE en Galicia, en el Cantón de A Coruña.
– ¿Cómo definiría la prospectiva para una persona que no es economista?
– La prospectiva piensa en la combinación de futuros probables y en futuros deseables. O, lo que es lo mismo, trata de anticipar la configuración del futuro; reflexionar sobre el presente y concebir estrategias de acción. En suma, la prospectiva no solo es una herramienta de análisis, sino que es un instrumento que contribuye a la toma de decisiones. De ahí que se encuadre dentro de las ciencias de la gestión.
– ¿Por qué eligió este tema para un curso en la UIMP?
– Por la trascendencia que supone. Una vez superada la actual etapa dominada por los efectos de la Covid-19, entraremos en una nueva era. Hay que saber con qué nos vamos a encontrar, cómo vamos a reaccionar y qué cambios y transformaciones hemos asumido. Por tanto, debemos reflexionar antes de actuar. Y situar los escenarios probables y definir los escenarios deseables.
– Este foro anual, que se convoca este año por primera vez, se plantea dar cuenta de las visiones sobre horizontes temporales a largo plazo e identificar los tipos de inputs que están alimentando los procesos, con una mirada para Galicia y desde Galicia para el mundo. ¿Pero cómo piensa garantizar el futuro del propio foro?
– Todas las grandes organizaciones, máxime si son serias y solventes, cuentan con células de prospección. Nadie puede ir o caminar sin rumbo. Por eso, sea donde sea, siempre habrá pensadores y expertos que reflexionan sobre el futuro. Es innato al ser humano. En consecuencia, nosotros desde Galicia contemplamos dicha dinámica como un compromiso con el país y sus ciudadanos.
– En el curso se abordaron asuntos tan relevantes para el futuro como los fondos de Next Generation EU y las instituciones europeas. ¿Lo está haciendo bien España en ese frente? ¿Ve factible el consenso con las comunidades autónomas y los agentes sociales?
– España, como los demás países europeos, están pendientes del acuerdo final relativo a Fondos de Recuperación. Sin duda alguna, hemos reaccionado mucho mejor esta vez en comparación a lo acontecido en la recesión del 2008. Disponemos de dispositivos y herramientas adecuadas para aminorar los efectos de la crisis. Pero, tiene razón, no hemos avanzado mucho en lo tocante al consenso político. Algunas comunidades autónomas buscan una individualización de sus problemas y desafíos, y, a día de hoy, con la densa interdependencia de relaciones existentes, no es posible ni aconsejable ser autárquico e independiente. Recomiendo un periodo de tregua en la lucha partidista y una era de acuerdos básicos en la construcción de las bases de una nueva sociedad.
– Usted también abandera las iniciativas que tienen que ver con la marca-país. ¿Responde España Global a las expectativas? Siguiendo su hilo argumental sobre la prospectiva, ¿decide y reacciona España teniendo en cuenta el futuro?
– Hasta el momento, la apuesta por definir y promover iniciativas relacionadas con la Marca España y ahora España Global no arrojaron resultados positivos. Fueron tímidos trabajos expuestos en un entorno interior y sin demasiada huella. Se requiere tener discurso, programa y argumento. Y, claro está, por el momento, se carece de dichos rasgos. En suma, pediría la concreción y definición de una idea que pudiera englobar tanto al país como a sus productos y servicios. Y menos complejidad burocrática y dispersión de esfuerzos.
– El I Foro de Economía Prospectiva de Galicia se planteó la necesidad de liderazgo. ¿Han perdido peso los líderes desde la Transición?
– El liderazgo se ha perdido. También sus referencias. Pero, de entrada, lo que se ha perdido es la memoria y el respeto. Hay que explicar de dónde venimos y los esfuerzos realizados para alcanzar los actuales niveles de bienestar, de participación y de control democrático. Yo luché contra el franquismo y sé lo duro que fue. Ahora, los actuales dirigentes, que no líderes, deberían leer libros de historia y ser más sensibles a los asuntos que preocupan a la sociedad.
– ¿Qué sucede con la prospectiva en las empresas privadas? ¿Aprueban?
– Algunas empresas privadas han dejado de pensar y todo lo fían a las actuaciones de los gobiernos. Piensan que éstos, le van a resolver todas sus problemáticas; garantizar sus rentabilidades y proteger sus intereses están equivocados. Hoy, hay menos Estado y más liberalización comercial y mayor movilidad de capitales, servicios, tecnologías y mano de obra. Por tanto, mayor competencia. Y dentro de dichas rivalidades, las empresas deben pensar por sí mismas, y no estar pendientes de las subvenciones, ayudas o subsidios procedentes de las administraciones públicas para poder sobrevivir.
– La Cámara de Comercio de España – Estados Unidos de Miami es también el punto de unión clave con Latinoamérica. ¿Considera que esto es algo suficientemente conocido en España, cuyas exportaciones al continente americano son reducidas? ¿Debe ser distinto en el futuro?
–. Dicha institución es clave para las relaciones comerciales dentro del hub geográfico al que pertenece y se inserta. Fortalecer los lazos con ella es apostar por sumar y agregar posibilidades de crecimiento y posicionamiento. Los gallegos deben incrementar su presencia internacional a través de nuevos partners y con productos y servicios más avanzados tecnológicamente. Y, en este sentido, abrirnos a una parte del continente americano siempre es aconsejable. @MarcaPaisMP