Imagen del Mes de la Herencia Hispana en EE UU. / Marca-País
Mario Gontade
El Mes de la Herencia Hispana reconoce y celebra las contribuciones de aquellos estadounidenses que tienen sus raíces en España, México, América Central, América del Sur y las naciones hispanohablantes del Caribe.
El Mes de la Herencia Hispana se celebra todos los años en Estados Unidos entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre para reconocer los aportes que han hecho los hispanos al país. Las personas de origen hispano constituyen, de hecho, un número importante de los habitantes de EE UU: 60,6 millones, es decir, representan el 18,5% de la población del país. Según informa la edición AMÉRICA de Mundiario, en 12 estados la población hispana supera 1 millón de habitantes y la edad promedio de los hispanos que viven en EE UU es 29.8 años.
El momento es clave. El Mes de la Herencia Hispana, como su precursor más corto, siempre comienza el 15 de septiembre, un día históricamente significativo que marca el aniversario de la independencia de cinco países latinoamericanos: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Además, México y Chile celebran sus días de la independencia el 16 de septiembre y el 18 de septiembre, respectivamente.
El Mes de la Herencia Hispana, que reconoce y celebra las contribuciones de aquellos estadounidenses que tienen sus raíces en España, México, América Central, América del Sur y las naciones hispanohablantes del Caribe, es clave para la sociedad y la cultura estadounidense. La celebración empezó en 1968 cuando el Congreso autorizó al presidente a emitir una proclamación anual designando la Semana Nacional de la Herencia Hispana. Solo dos décadas después, el Congreso extendió la conmemoración para celebrar durante un mes, desde el 15 de septiembre al 15 de octubre.
Fuente: U.S. Census Bureau.
Qué es la marca-país
El término marca-país o country-brand surge de la necesidad que sienten los gobiernos y los sectores económicos –también culturales, sociales y deportivos- de generar una identidad propia frente a los mercados internacionales, ya sea para un país, una región o una ciudad.
Como se explica en el informe Bases para una estrategia marca-país y líneas de trabajo para su acción exterior del que son autores el catedrático de Economía Fernando González Laxe, de la Universidade da Coruña, y el periodista José Luis Gómez, editor del periódico MUNDIARIO, la estrategia de posicionamiento de un país en particular se enmarca, en definitiva, en el objetivo de capitalizar el origen de las personas, las empresas y los productos en los mercados globales. En última instancia, también de su cultura, entendida ésta como un conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.
Como ya sucedió en Costa Rica, lo importante es tener antes algo que vender y no vender lo que no se tiene, porque un país busca mostrar sus ventajas y sus beneficios y para ello es necesario que posea y se distinga como una marca diferencial y bien posicionada universalmente.
Las llamadas estrategias marca-país, por sí solas, no son una solución, pero sí constituyen un paso importante para poder generar sinergias de trabajo político y económico en un territorio. En consecuencia, deben desarrollarse todos aquellos aspectos que sean necesarios para el diseño de una estrategia compacta, viable, consensuada y aceptada, según señala este informe elaborado por encargo del Foro Económico de Galicia. Es un planteamiento útil para un país pero también puede serlo para una región o una ciudad.
El posicionamiento de un país exige definir tanto sus características como sus atributos de oferta. Cuando se habla de marca-país se debe definir el conjunto de percepciones que caracterizan de manera instantánea a un país. A fin de concentrar la marca de un país, S. Anholt conforma su famoso hexágono, que recoge seis elementos de la identidad corporativa: 1) el mercado y las exportaciones, 2) las políticas, 3) la cultura y el patrimonio, 4) las personas, 5) el turismo, y 6) la inversión y la inmigración. @MarcaPaisMP en @mundiario