Países como Costa Rica prueban que se tardan hasta cuatro años en elaborar y proyectar una marca-país, en su caso bajo el eslogan Esencial Costa Rica, destaca el Grupo de Análisis Marca-País.
Las marcas-país se abren paso a uno y otro lado del Atlántico. Países como Costa Rica prueban que se tardan hasta cuatro años en elaborar y proyectar una marca-país, en su caso bajo el eslogan Esencial Costa Rica, de 2013. Pero también que aún se tardan muchos más años en cambiar un modelo productivo: en Costa Rica para pasar de una economía ligada históricamente al café a otra que se adentra en el trepidante mundo de las nuevas tecnologías. Así lo subrayan los autores del informe titulado Bases para una estrategia marca-país y líneas de trabajo para su acción exterior, en el que se fundamenta el nuevo site del Grupo de Análisis Marca-País.
Grupo de Análisis Marca-País es una consultora integrada por un equipo multidisciplinar con diferentes formaciones académicas y experiencias profesionales, especializada en el análisis, desarrollo e implementación de la marca-país. «En realidad, se trata de elaborar estrategias útiles no solo para países, sino también para regiones y ciudades», explican en su página web.
El término marca-país o country-brand surge de la necesidad que sienten los gobiernos y los sectores económicos –también culturales, sociales y deportivos- de generar una identidad propia frente a los mercados internacionales, ya sea para un país, una región o una ciudad.
Como se explica en el informe del que son autores el catedrático de EconomíaFernando González Laxe, de la Universidad de A Coruña, y el periodista José Luis Gómez, editor del periódico MUNDIARIO, la estrategia de posicionamiento de un país en particular se enmarca, en definitiva, en el objetivo de capitalizar el origen de las personas, las empresas y los productos en los mercados globales. En última instancia, también de su cultura, entendida ésta como un conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.
Como en Costa Rica, lo importante es tener antes algo que vender y no vender lo que no se tiene, porque un país busca mostrar sus ventajas y sus beneficios y para ello es necesario que posea y se distinga como una marca diferencial y bien posicionada universalmente.
Las llamadas estrategias marca-país, por sí solas, no son una solución, pero si constituyen un paso importante para poder generar sinergias de trabajo político y económico en un territorio. En consecuencia, deben desarrollarse todos aquellos aspectos que sean necesarios para el diseño de una estrategia compacta, viable, consensuada y aceptada, según señala este informe elaborado por encargo del Foro Económico de Galicia. Es un planteamiento útil para un país pero también puede serlo para una región o una ciudad.
El posicionamiento de un país exige definir tanto sus características como sus atributos de oferta. Cuando se habla de marca-país se debe definir el conjunto de percepciones que caracterizan de manera instantánea a un país. A fin de concentrar la marca de un país, S. Anholt conforma su famoso hexágono, que recoge seis elementos de la identidad corporativa: 1) el mercado y las exportaciones, 2) las políticas, 3) la cultura y el patrimonio, 4) las personas, 5) el turismo, y 6) la inversión y la inmigración.