Universidad de La Habana. / granma.cu
Iberoamérica ya ha cruzado la barrera de los 30 millones de estudiantes universitarios. Cada vez más jóvenes originarios de entornos tradicionalmente desfavorecidos están accediendo a la educación superior. «Es una excelente noticia», dicen desde la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que en este 2019 cumple 70 años de servicio a favor de la educación, la ciencia y la cultura en la región. Según la OEI, los esfuerzos compartidos con los gobiernos nacionales en estas pasadas décadas están cristalizando en este éxito: muchos padres iberoamericanos, que ni siquiera pudieron soñar con acceder a estudios de educación superior, hoy tienen hijos universitarios.
La conexión de los 19 países de América Latina de lengua castellana y portuguesa (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela) y los tres de la Península Ibérica (España, Portugal y Andorra) además de Puerto Rico y Estados Unidos, permite tejer una red de conexiones a ambos lados del Atlántico.
«Lo cierto es que Iberoamérica, crisol de culturas con nexos comunes con el Viejo Continente, inició un camino lleno de luces y sombras, con un gran potencial de aprovechamiento no siempre desarrollado. Pero la parálisis en la integración política y económica, a menudo fue superada por la educativa», opinan desde la Cátedra Iberoamericana de la Universidad de Santiago de Compostela.